DESAFIOS
DEL CASTAÑERO
(Elsy Alpire Vaca)
Los
castañeros pandinos parecen hombres de acero, por su temple natural, que no
cede ante ningún peligro que se antepone a sus sueños, propósitos, esperanzas,
intenciones o cualquier paso por la selva indómita. Suelen caminar kilómetros
enteros recogiendo cocos de almendra; por lugares donde se mimetizan con la
hojarasca que se asienta bajo los árboles gigantes y se esconden alacranes,
gusanos, hormigas venenosas y muchas veces las víboras que sin previo aviso se
envuelve entre sus pies antes de darle la mortal mordida. Su sentido de
precaución está siempre alerta porque sabe que los riesgos están abajo como
arriba, por izquierda y por derecha, por delante o por atrás, puede venir el
ataque de cualquier alimaña del bosque misterioso.
Serafín,
concentrado en esos escenarios no advierte que en silencio le sigue un enorme
jaguar hambriento, esperando su menor descuido para saltarle encima y
zampárselo.
¡De
repente se traba la lucha! El hombre no tiene tiempo para usar su arma; al
primer ataque de la fiera, cae al suelo y automáticamente empieza a batirse con
su machete contra el animal. La bestia le ha roto el espaldar derecho y sangra
a chorros sin sentir dolor. ¡Su vida está en juego! Instintivamente con la mano
izquierda coge una frondosa rama y con ella golpea los ojos del jaguar y asesta
varios y certeros machetazos sobre sus patas delanteras volándole una de ellas.
La boca abierta con los enormes dientes afilados de la enfurecida fiera, se
dirigen justamente a su cabeza; da un salto atrás y choca con tal fuerza en un
árbol, cuyo impacto lo lanza sobre la cadera del felino. Lo abraza con ambas
piernas con toda la energía posible, y es el instante en que aprovecha para
castrar a la bestia que lanza un rugido tan espantoso que le parece sentir que
se estremece la tierra. Sin embargo es también el momento en que el feroz le
arranca parte de su muslo izquierdo.
Ruedan
por el suelo mientras el hombre en fugaz maniobra logra introducir sus dos
manos en la enorme boca del jaguar…Con toda su fuerza la abre, la abre un poco
más, más y más…hasta desencajar las mandíbulas de par en par, solo suelta
cuando siente que el cuerpo del pesado carnívoro, afloja sus patas traseras
dejándolo en libertad para poder pararse, pero cae al unísono con la bestia que
temblando se estira antes de claudicar. Ninguno está muerto, pero sí totalmente
imposibilitados para seguir la lucha.
Serafín
se arrastra hasta su arma, y antes de detonar el tiro de gracia a su atacante,
murmura a media voz: Solo te mato para que no sufras más. ¡Te he vencido!
FIN.
Cobija.
Octubre de 2012.
Obras: Jaguar en acecho, del pintor argentino Jorge Rajadell,
http://www.taringa.net/posts/arte/8778092/Jorge-Rajadell-Artista-Argentino.html
y Rui Machado de Oliveira, pintor brasileño
http://jmartinsrocha.blogspot.com.es/2011/12/blog-post.html
http://www.taringa.net/posts/arte/8778092/Jorge-Rajadell-Artista-Argentino.html
y Rui Machado de Oliveira, pintor brasileño
http://jmartinsrocha.blogspot.com.es/2011/12/blog-post.html