Bienvenidos a este blog, donde intentaré hacerles conocer mis creaciones, tanto pictóricas como literarias, así como de pintores y literatos, tanto de Bolivia, mi país, de Pando, mi tierra natal y de otras partes del mundo. Desde Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) les doy las gracias por entrar. ELOY AÑEZ MARAÑON (Pintor Hispano-boliviano)
jueves, 24 de septiembre de 2020
MIS OBRAS EN LAS REDES SOCIALES
MIS POESIAS
Oda al siringuero
I
Levanta la cabeza
mantén la frente en alto
no te avergüences de tu pobreza
ni la de tus hermanos.
Abre los brazos, esos brazos fuertes
y agarra con tus callosas manos la luna
porque te lo mereces.
Tú,
que ayer fuiste orgullo
y hoy solo eres abandono y olvido.
Tú, señor de estradas y siringales
Amo de la selva y de los ríos.
Tú, hermano siringuero
compatriota siringuero
como en el pasado,
coge tu cuchilla,
coge tus tichelas
y raya el árbol de siringa
llena el balde con su savia
y conviértela en bolachas
con el humo del buyón.
Tú,
alma humilde y serena,
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aunque te vigila escondido, como el patrón).
Se como él,
lánzate sobre los que te explotaron
y te dejaron sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del guaso y el jochi
como del patujú y el tucán.
Esta selva tan tuya como mía
Como de todos!
Hermano siringuero
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron ayer
los del poder, tabaco y alcohol.
Enfréntate a ellos con el mismo coraje
con la que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate, puño en alto,
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder,
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los suyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Levanta el machete que te ennoblece
y corta de raíz la pobreza
a la que te someten desde tiempos pretéritos
cuándo los árboles lloraban látex
y se erguían cual majestuosos titanes,
guardianes de la selva.
Pide, no, mejor exige
caminos, hospitales y escuelas
para que los que heredaran tu sacrificio
puedan ser más sanos, mejor alimentados
y sobre todo, más libres!.
Soy como tú, hijo de la simiente de Bolívar
y del suelo que defendió Bruno Racua
el indígena valiente y siringuero
que guía mis pasos con sus flechas incendiarias.
II
Me sentaré bajo un enorme árbol maderero
a reflexionar que hice por ti, hermano siringuero.
Nada! Ese es el balance…
Tú sigues tan pobre
tan olvidado
tan ajeno a la tierra que te pertenece
desde los comienzos del mundo
pero que ningún papel te garantiza su potestad
ni del siringo, del castaño, del cedro o la mara,
del taitetú, de la sicurí, del manechi,
de la paraba, del caimán.
Ni de los ríos que surcan esta tierra
ni siquiera aferrándote al lema
“La tierra es de quien la trabaja”
porque el patrón y los gobiernos
así lo decidieron contra ti.
…Pero, te queda algo
que no se compra ni se vende
y que nadie podrá quitarte:
tu dignidad!
Eres gallardo como el árbol de siringa
majestuoso como el castaño;
sublimes son tus pasos
por las estradas del siringal y de la vida.
Ni las enfermedades como la malaria
detienen tu caminar firme
hacia la historia
que te ennoblece cada 11 de octubre
pero que el pasado te negó
(y aún te sigue negando...)
Eres paisaje, río, sicurí, látex,
eres indio Pacahuara, Machineri
Esse Ejja, Yaminagua, Araona...
Eres Siringuero!
III
Me inclino ante ti,
hombre de siringa!
señor de las bolachas
de la cuchilla y las tichelas
señor de los siringales de mi tierra!
Tú, que te mueves en la selva
como pez en el agua
como la sicurí entre los taropés,
tu silencio de ahora un día será trueno
un eco que recorrerá cada milímetro
del mar verde amazónico
y retumbará potente
para que todos escuchen las reivindicaciones
en tu voz apagada por más de un siglo.
Quiero estar a la altura
del siringo y del castaño
para poder tocar con las manos las estrellas
tan lejanas, tan inciertas como tu destino
en la historia de mi pueblo,
pero tú serás la huella
que marcará el camino de esa historia.
Hombres de látex
de vida y muerte
de sacrificio y miseria
los periódicos no te nombran ni te citan
pero junto a la Madresiringa,
inclinados ante ti,
te saludo humildemente...
¡Hombre de siringa!
Del poemario MEMORIAS DE SIRINGA Eloy Añez Marañón
jueves, 17 de septiembre de 2020
MIS POESÍAS
El tamal
Te miro…
Te deseo…
Poco a poco te voy desamarrando
la cintura coqueta
con que te presentas ante mis ojos
y te desnudo.
Tu cuerpo apetitoso
Se me ofrece
y yo, hambriento,
Te disfruto acompañado de un café
(Como siempre me gustó comerte…)
Tamal pandino,
cómo te recuerdo!
Santa Perpetua de Mogoda/1/3/12
domingo, 13 de septiembre de 2020
MIS OBRAS EN EXPOSICIONES
jueves, 10 de septiembre de 2020
DESCRIPCIÓN DE MIS OBRAS 1
Autorretrato siringuero
Lugar: Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona-España)Autor: Eloy Añez Marañon
El siringuero, es el recolector tradicional de la siringa o caucho (Hevea brasiliensis) en la zona amazonica de Pando y parte del Beni, cuyo auge de producción y exportación fue en el final del siglo XIX hasta los años 80`s cuando finalizó con su caída en el mercado internacional.
En el año 1902 Bolivia y Brasil se disputan el territorio actual del Acre, rico en siringales, riquezas auríferas y maderera, cuyo momento cumbre e histórico para Bolivia, fue la Batalla de Bahía (la actual Cobija, capital del Departamento de Pando), donde se recuperó territorios nacional, ocupado por el Brasil, el 11 de octubre de ese año, por la Columna Porvenir y las flechas incendiarias lanzadas por el indígena Bruno Racua.
Este cuadro de pequeño formato lo pinté el año 2019, en él he puesto elementos de mi orígen amazónico boliviano, tema central de mis obras.
En mi cabeza tengo la “poronga”, especie de mechero o lamparina, a base de keroseno, que el siringuero utiliza para iluminar la “estrada”o senda del siringal, de madrugada cuando inicia su labor de rayado del árbol y colocado de las tichelas, y al anochecer, cuando vuelve a su casa e inicia el proceso de “defumación” del látex, que consiste en formar la “bolacha” mediante el humo producido por leña verde en el “buyón”. La poronga está apagada, ya no ilumina la “estrada”, porque la producción de bolachas se reduce a una de las formas de sustento extractivista familiar del siringuero actual, la otra es el rescate de castaña o almendra, en la denominada “zafra de castaña”.
Tiene pintado los colores de la bandera y el nombre de Bolivia, como símbolo de mi origen, también representado por la flor de patujú.
Mi rostro tiene pintado el “rayado” del árbol de siringa y “tichelas” que son los recipientes que el siringuero coloca para recibir el látex.
Detrás,como fondo, las "bolachas", que yo las pinto de diferentes colores, como representación de los multicolores elementos de la selva amazónica boliviana. En la eleboración tradicional, la bolacha es el resultado final de la "defumación", que consiste en coagular el látex mediante el sistema de ahumado, es decir, con el humo producido por leña verde que el siringuero quema en un horno pequeño en forma de volcán, llamado "buyón". Es de forma redondeada, con dos agujeros, que permitía al siringuero transportarla rodando hasta la casa del patrón, dueño del siringal (zona productora de caucho o siringa), o del comprador de goma elástica. Actualmente el látex que se rescata, se procesa con elementos químicos y su forma es laminada o trozos cuadrados.
lunes, 7 de septiembre de 2020
Mis Poesías
TIEMPOS DE CORONAVIRUS
(Eloy Añez Marañón)
Mañana
cuando los confinamientos y cuarentenas terminen
cuando los contagios sean cero
cuando los hospitales queden vacíos
de pacientes ya curados,
los cementerios y crematorios
puedan descansar de tantos muertos,
la vida continuará en su “nueva normalidad”
pero seremos otros, ya no los mismos?
Reflexionaremos acaso?
Cambiaremos de mentalidad?
Sólo sé que seremos
los sobrevivientes del Coronavirus
porque yo me quedé en casa
igual que tú, amigo.
Mañana,
cuando la pandemia termine
y la Covid-19 sea una enfermedad mas,
recordaremos que las lágrimas cayeron
cuando los contagiados
salían de las Unidades de Cuidados Intensivos.
Recordaremos
que las palabras siguieron expresando esperanza
y que las manos a través de las ventanas
enviaban saludos, abrazos y besos,
aplaudiendo cada día, a la hora señalada
a los héroes de esta pandemia
los hombres y mujeres de bata blanca
los hombres y mujeres de uniformes
con o sin estrellas en sus hombros
y sin medallas en el pecho
los hombres y mujeres de la limpieza
y sobre todo, nuestros mártires:
los muertos, nuestros muertos!
por quienes lloramos los vivos
sobrevivientes del Coronavirus.
Mañana,
cuando toda esta pesadilla termine,
recuerda agradecido a la Sanidad Pública
y defiende la universalidad de la salud.
(Escrito el día 28 de confinamiento por la pandemia Covid-19)
Watke Waxixco (Quédate en casa) Acrilico sobre tela