El siguiente artículo está tomado de la página web del rotativo boliviano, Los Tiempos de Cochabamba, que nos trae, al igual que los demás diarios, la triste noticia de la muerte de uno de los grandes de la plástica nacional, cuyos meritos lo llevan a ser un pintor de caracter universal aunque sus obras se caracterizan por el rescate de las tradiciones folclóricas con un tono a la vez irónico y de denuncia social por la exclusión e injusticias que sufre el pueblo sencillo boliviano.
Mi homenaje a este maestro de la pintura boliviana, cuyas obras tuve el placer de conocer y disfrutar alguna vez cuando mi estancia en La Paz en los años 80´s y en visitas posteriores a la ciudad del Illimani.
Raúl Lara, en abril de 2008. - Agencias AgenciaMultimedia
SUS RESTOS SERÁN CREMADOS
Muere el pintor Raúl Lara Tórrez
Por Sandra Arias - Los Tiempos - 23/08/2011
Un cáncer que lo aquejaba desde hace cinco años terminó ayer con la vida del pintor orureño Raúl Lara Tórrez, en esta ciudad. Lo acompañaban en su hogar su esposa, sus hijos y familiares cercanos. El artista iba a cumplir 71 años en diciembre próximo.
Desde Oruro, una funcionaria de la Alcaldía llamó para comunicar a su familia que había sido declarado ciudadano notable. Ayer por la tarde, el velatorio se instaló en el salón La Capilla.
El presidente de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP) filial Cochabamba, Jesús Florido, dijo que la institución, de la que Lara era afiliado, pidió a la familia que hoy por la mañana, a las 11:00, se oficie una misa de cuerpo presente en el salón Gíldaro Antezana, de la Plaza 14 de Septiembre. Los restos de Lara serán cremados y esparcidos en el nevado del Tunari, según la última voluntad del artista, señaló su hermano Gustavo.
Lidia Caiguara, esposa de Lara, contó que el pintor estuvo dormido desde el viernes hasta que el desenlace llegó a las 06:48 de ayer. Recordó que el pasado jueves por la noche, el sobrino del pintor debía partir de viaje y entró a despedirse de su tío, quien a modo de decir adiós levantó la mano izquierda y le dijo: “Hasta la victoria, siempre”.
“Él siempre fue consecuente con sus principios. Estaba toda la familia, sobrinos, hermanos, lo hemos asistido en todo momento”, señaló Caiguara quien habló de su esposo con la misma devoción con la que lo acompañó y cuidó en su dolencia, algo que este medio pudo observar en una entrevista concedida por el artista hace una semana, en su hogar.
Artista innato
Gustavo Lara recordó que su hermano Raúl, menor que él, siempre estaba rodeado de arte.
“Yo tengo 9 años más que él y tenía mi taller de pintura y escultura en Oruro y él vivía en ese ambiente. Un buen día quiso que le prestara mis acuarelas más viejitas, yo le presté las más nuevitas, le di una clase y le indiqué un paisaje para pintar. A la hora, me sorprendió con una hermosa acuarela. Ahí empezó su vida de artista hasta hoy, tendría unos 11 o 12 años”, rememoró.
Para Gustavo Lara esa fue la primera etapa de la vida artística de su hermano. “Luego se fue a Argentina, lo llevé hasta Villazón-La Quiaca y nuestra correspondencia de esa época era todo el tiempo sobre (Vincent) Van Gogh”, dijo sonriendo.
Recordó con visible orgullo que su hermano hizo su primera exposición cuando solo tenía 14 años y vivía en el Norte argentino.“Fue con temas de Oruro y de Jujuy. Un poeta famoso (Domingo Zerpa) se impresionó por las obras y la edad y lo invitó a vivir con él en Buenos Aires”, dijo.
Maduración artística
Raúl Lara comenzó a estudiar arte en la capital argentina, donde se vinculó con el mundo artístico y cultural de la época. “Zerpa era amigo de (Julio) Cortázar y con Raúl, que era chiquito, se iban a una facultad de literatura en un barrio que se llamaba Chivilcoy”, contó.
El vínculo de los hermanos Lara siempre fue muy fuerte, es por eso que Gustavo también partió a Argentina donde vivió junto a sus hermanos Raúl y Rafael, este último fue torturado y es uno de los miles de desaparecidos a manos de la dictadura militar. El dolor de la pérdida hizo regresar al país a Raúl y Gustavo, en la década del 70.
“Cuando volvimos nos impresionó mucho el paisaje y el mestizo, encontramos en la temática urbana un mundo de sugerencias para el hecho artístico”, dijo Gustavo Lara. Y es que los artistas regresaron y se instalaron en La Paz, una ciudad donde quedaron cautivados por el mestizo, el cholo y las fiestas populares.
“En la Pérez Velasco” es una de las obras más representativas de esta etapa, según dijo el propio Raúl Lara hace pocos días. La gente en los micros, retrovisores y pasamanos también pasaron a formar parte de su inventario artístico y la pintura boliviana, desde entonces, volcó a mirar al hombre común.
Gustavo Lara dijo que rescata de su hermano la gran amistad que siempre tuvieron y su profesionalismo como artista. “Hay algo permanente con él, estamos juntos en todo, aún ahora. Lo tengo presente siempre, éramos muy amigos, muy compañeros, muy colegas y muy trabajadores, él no paraba nunca (…) vivió su mundo artístico con completa libertad (…) adoraba la montaña”, manifestó.
Esas montañas que Raúl Lara amaba tanto serán las que acojan sus cenizas y de ellas se despidió en su última obra titulada “La migrante”, que fue pintada entre 2010 y 2011, desde su estudio ubicado en el segundo piso de su casa, en Tiquipaya, donde el Tunari posó para él.
Raúl Lara y la china supay
Una fotografía en blanco y negro reposaba anoche sobre el féretro del pintor Raúl Lara, en ella se veía al artista sosteniendo sobre la mitad de su rostro una máscara de china supay que es la figura femenina que acompaña el baile de la Diablada, danza típica de Oruro, tierra natal del pintor.
Su hermano Gustavo Lara contó que la imagen es de la autoría de Armando Urioste, amigo de Raúl, quien con ese retrato ganó un primer premio de fotografía.
“Debe ser de hace unos 20 años, fue tomada en La Paz. Al fondo se ve uno de sus cuadros donde aparecen unos ángeles levitando. Es una imagen hermosa”, dijo.
Nacido en un centro minero de Oruro, Lara siempre fue un amante de las tradiciones de su tierra.
UNA ANÉCDOTA CURIOSA
El presidente de la ABAP filial Cochabamba, Jesús Florido, contó ayer una anécdota sobre los hermanos Lara (Gustavo y Raúl). Recordó que conoció a ambos en los años 80, cierta vez que Raúl exponía en la galería Emusa; pero ya había escuchado de ellos y sabía que estudiaron Artes Plásticas en Oruro junto a otro artista, Félix Ayaviri, quien luego se mudó a Vallegrande.
Florido conoció a Ayaviri en Vallegrande, en 1978, y recuerda que él siempre le decía: “esos dos van a ser grandes”. Cuando años después conoció a los hermanos Lara, ellos le dijeron lo mismo sobre Ayaviri y que Bolivia había perdido un gran artista porque se había ido a Vallegrande.
Sobre el arte de Lara, Florido dijo: “Las musas llorarán y se pondrán muy tristes porque no habrá otro artista que las haya podido plasmar con tanta creatividad”.
Tomado de la página web de Los Tiempos.com
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/tragaluz/20110823/muere-el-pintor-raul-lara-torrez_138812_284246.html