Plegaria
a la Madresiringa
I
Madresiringa,
ven a mi
deja
por un momento la selva
y
dame inspiración.
Ven,
cruza mares, océanos.
No
te preocupes del siringuero,
cuando
tu vuelvas
él
estará ahí
como
siempre,
en
el rincón del olvido
de
quienes ostentan el poder
y
se sirven de su voto.
Ven
a mí, Madresiringa
quiero
ser tu voz
para
gritar tus sentimientos
tus
rabias
tus
anhelos
y
tu resignación...
pero
no por eso debemos callar!
II
Madresiringa
madre,
Mito
y leyenda de mis antepasados
Tú
que diriges mi caminar
Tú
que guías mis pasos
No
me abandones nunca
Jamás
rompas los lazos que me unen a ti
Que
me llevan a tus brazos
Esos
brazos que protegen a los hombres y mujeres
Habitantes
humildes y nobles de mi pueblo.
Habita
en mí por siempre
Más
allá de mi origen
Más
allá de mi nacionalidad
Trascendamos
fronteras por siempre
Y
para siempre!
III
Déjame,
Madresiringa
Ser
árbol de siringa
Ser
árbol de castaña
Ser
madera noble
Ser
río en calma y en llenura
Ser
tucán y patujú
Ser
tigre y sicurí
Ser
misterioso como el pájaro siringuero
Ser
indígena
Ser
campesino
Ser
mito y leyenda como tú
Y
sobre todo
Ser
pandino
Ahora
y para siempre!
(Eloy Añez Marañón "Memoria de siringa")
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