Plegaria a la Madresiringa
Madresiringa, ven a mí
Deja por un momento la selva
Y dame inspiración…
Ven, cruza montañas, mares y océanos
No te preocupes del siringuero
Cuando tu vuelvas
Él estará ahí
Como siempre
Y donde siempre:
En el rincón del olvido
De quienes ostentan el poder
Y se sirven de su voto.
Ven a mí, Madresiringa,
Quiero ser tu voz
Para gritar tus sentimientos
Tus rabias
Tus anhelos
Y tu resignación…
Pero no por eso, debemos callar
Madresiringa, ven a mí
Con patujuces en las manos
Con sicuris de collares
Con tucanes y caimanes
Con taitetú y tigre
Con huasos y sereres.
Eloy Añez Marañón
Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) 2013
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