LEYENDA DE LA YUCA
Elsy
Alpire Vaca
Era hija de un genio multicolor muy poderoso
y enigmático, que habiéndose enamorado de la flor más pequeña de la selva,
había logrado convencerla de que ambos podrían ser útiles a la humanidad si
unieran su destino.
¡No congeniaríamos! Le dijo ella. Tú eres
grueso, torpe, áspero y oscuro; además muy alto y sobre tus ramas no pueden
subir las aves para hacer sus nidos. Y yo, soy diminuta, delicada, tan blanca
que al roce del polvo me podría ensuciar, además sobre mis manos no cabe
siquiera el peso de algún fruto. ¡Ve a buscar otra pareja!
Es que de ti me enamoré y presiento que al
influjo del amor podremos crear seres maravillosos que alimentaran a mucha
gente.
Nadie sabía el nombre de la madre de la bella
joven que al nacer, sus padres la nombraron Yuca; tenía media parte de su padre
y la otra mitad suya era de su madre.
Nunca se había conformado con la forma de su
estatura, porque desde su cintura hacia arriba se parecía a un arbusto mediano,
más bien pequeño y frágil que nunca frutecía; y desde el medio hacia abajo era
como una estrella, con varias extremidades que apuntaban a diferentes puntos
bajo a tierra. No podía moverse para caminar, ni bailar, tampoco podía
trasladarse a ninguna parte. Por ese motivo creía que haciendo ejercicios ella
podría crecer y quién sabe, renacer con otra apariencia.
Un día el espíritu de su padre en sueños le
anunció. ¡En tres días llegará la hora de tu descubrimiento y finalidad! Ella
no entendió el significado de aquellas palabras porque cuando despertó el
viento le dijo: Bendícete porque tienes un glorioso y eterno destino, y
alégrate de no ser humana porque los humanos han empezado a exterminarse, pues
han inventado las guerras y entre ellos se están matando.
Ella quería seguir conversando con los
murmullos del viento pero éste se evaporó y ella se quedó meditando acerca de
lo que le había dicho.
Esa misma semana vio que muchas personas se
arrastraban por el suelo buscando qué comer. Asustada y sorprendida sintió que
alguien escarbó la tierra y tomando una de sus piernas la acarició entre sus
manos y les dijo a los demás: ¡Estamos salvados! Ya no moriremos de hambre,
pues miren este bello tubérculo que encontré bajo la tierra.
Yuca sentía cosquillas y una extraña
sensación de alegría y felicidad inundó su alma, al extremo de querer mostrar
otras de sus piernas y también sus brazos que eran más pequeños pero también
hermosos y lozanos, para que todas aquellas gentes que parecían menesterosas
pudieran alimentarse y alzarse nuevamente a vivir y a caminar.
Como nadie sabía su nombre, ella le pidió al
viento que susurrara “Yuca” en los oídos
de todas las personas de la región, haciéndoles saber que si querían que ella
se multiplicara, debían sembrar parte de sus tallos en pequeñas proporciones y
volvería a nacer.
El prodigio se vio entonces cuando muchos
comenzaron a sembrar, y fue tan prolifera su descendencia, que en honor a la
estirpe misteriosa de sus padres, tuvo y sigue teniendo muchos hijos con
distinto color, por eso existe Yuca blanca, rosada y amarilla.
Han pasado muchos siglos y hoy la Yuca es
útil en infinidad de usos y costumbres, principalmente en el rubro de
alimentación en todo el mundo.
FIN.
Mensaje.- Las plantas tienen vida, misión en
la tierra y utilidades para la humanidad, cuidarlas con amor es una obligación.
Elsy Alpire Vaca, escritora boliviana, nacida en Pando.Bolivia.
Fotos: Google
Amigo Eloy, al agradecerte con el corazón por tu valioso apoyo en la promoción cultural de nuestras tradiciones, usos y costumbres, quiero felicitarte por las nuevas y bellas obras que has producido y que me parecen muy lindas por su profundidad en la simbología de alto valor. Gracias amigo y que dios ilumine tu andar. TQM. Abrazos en la distancia.
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