MEMORIAS DE SIRINGA
Eloy Añez Marañón
Oda al siringuero
I
Levanta la cabeza
mantén la frente en alto
no te avergüences de tu pobreza
ni la de tus hermanos.
Abre los brazos, esos brazos fuertes
y agarra con tus callosas manos la luna
porque tú… tú te lo mereces!.
Tú, que ayer fuistes orgullo
y hoy solo eres abandono y olvido.
Tú, señor de estradas y siringales
amo de la selva y de los ríos.
Tú, hermano siringuero
compatriota siringuero
coge tu cuchilla,
compatriota siringuero
coge tu cuchilla,
Coge tus tichelas
y raya el árbol de siringa
llena el balde con su savia
y conviértela en bolachas
con el humo del buyón.
y raya el árbol de siringa
llena el balde con su savia
y conviértela en bolachas
con el humo del buyón.
Tú, alma humilde y serena
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aúnque te vigila escondido, como el patrón).
Se como él,
lánzate sobre los que te explotaron
y te dejaron sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del chancho del monte y del jochi
como del patujú y del tucán.
Esta selva tan tuya como mía
…de todos!
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aúnque te vigila escondido, como el patrón).
Se como él,
lánzate sobre los que te explotaron
y te dejaron sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del chancho del monte y del jochi
como del patujú y del tucán.
Esta selva tan tuya como mía
…de todos!
II
Hermano siringuero
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron ayer
los del poder, los del tabaco y del alcohol.
Enfréntate a ellos con el mismo coraje
con la que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate puño en alto
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder;
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los suyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron ayer
los del poder, los del tabaco y del alcohol.
Enfréntate a ellos con el mismo coraje
con la que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate puño en alto
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder;
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los suyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Levanta
el machete que te ennoblece
y
corta de raíz la pobreza
a
la que te someten desde tiempos pretéritos
cuando
los árboles lloraban látex
y
se erguían cual majestuosos titanes
guardianes
de la selva
Pide,
exige caminos, hospitales y escuelas
para
que los que heredaran tu sacrificio
puedan
ser más sanos, mejor alimentados
y
sobre todo, más libres!.
III
Hermano
siringuero
soy
como tú, hijo de la simiente de Bolívar
y
del suelo que defendió Bruno Racua
el
indígena valiente
que
guía mis pasos con sus flechas incendiarias.
Me
sentaré bajo un enorme árbol maderero
A
reflexionar que hice por ti, hermano siringuero.
Nada!
Ese es el balance…
Tú
sigues tan pobre
Tan
olvidado
Tan
ajeno a la tierra que te pertenece
Desde
los comienzos del mundo
Pero
ningún papel te garantiza la tierra potestad
Ni
del siringo, ni del castaño, ni del cedro o la mara,
Ni
del taitetú, de la sicurí, del manechi,
Ni
de la paraba, ni del caimán
Ni
de los ríos que surcan esta tierra
Ni
siquiera aferrándote al lema
“La
tierra es de quien la trabaja”
Porque
el patrón y los gobiernos
Así
lo decidieron contra ti.
…Pero,
te queda algo
Que
no se compra ni se vende
Y
que nadie podrá quitarte:
Tu
dignidad!
Me inclino ante ti, hombre de siringa
señor
de las bolachas
de
la cuchilla y las tichelas
señor
de los siringales de mi tierra!
Me
inclino ante ti,
Hombre
olor a siringa, castaña y ríos.
Tú,
que te mueves en la selva
Como
pez en el agua
Como
la sicurí entre los taropes!
Tu
silencio de ahora un día será trueno
Un
eco que recorrerá cada milímetro
Del
mar verde amazónico
Y
retumbará
Para
que todos escuchen las reivindicaciones
En
tu voz apagada por más de un siglo.
Quiero
estar a la altura
del
siringo y del castaño
para
poder tocar con las manos las estrellas
tan
lejanas, tan inciertas como tu destino
en
la historia de mi pueblo.
Pero
tú serás la huella
que
marcará el camino de nuestra historia.
Hombres
de látex
de
vida y muerte
de
sacrificio y miseria.
Los
periódicos no te nombran
ni
la historia te reconoce,
como
no te conocen las nuevas generaciones
de
mi tierra boliviana
¡Hombre
de siringa!
"Memorias de Siringa" poemario aún inédito, es un proyecto poético que intenta plasmar mis recuerdos y mis sentimientos a mi tierra amazónica que es el Departamento de Pando,a través de poemas cuya principal actor es el siringuero, en cuya figura quiero representar al hombre y a la mujer que se dedican a la labor recolectora del caucho (Hevea brasiliensis) y la castaña o nuez amazónica (Bertholletia excelsa).
Los títulos de las obras que aparecen en esta nota, por orden, son las siguientes:
1.- Colocando tichela (Acrílico sobre papel-2005)
2.- Colocando tichela (Óleo sobre tela-2010)
3.- Bolachas (Acrílico sobre tela-1990)
4.- El colocado de tichela (Acrílico sobre tela-2007)
5.- Siringuero (témpera sobre cartón-1996)
6,- Alegoria siringuera 6 (Acrílico sobre tela- 2007)
7.- El regreso (öleo sobre tela-2004-2010)
8.- Autoretrato con poronga, banderas y patujú (Acrílico sobre
papel-2012)
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