Obra: Tichelas (Òleo sobre tela 2010)
Evocación
Te recuerdo, tierra mía
desde la distancia,
desde los regazos de la Madre Patria,
desde el pueblo
que me acoge en España.
Es verdad, partí de ti
dejando atrás tus selvas
tu gente, tus calles
mis amigos,
mis hermanas y mi madre,
porque me quedabas ya pequeña, tierra mía
y me vine al Mediterráneo
que sin embargo, se me hizo grande y ajeno.
Es verdad que me fui de ti
pero un día volveré
(no sé si como un conocido
o como un extraño),
a caminar por tus calles
a mojar mis pies en el Acre
(estos pies que ahora mojan
las olas del Mediterráneo)
a beber agua del arroyo Bahía
a respirar tu aire puro
y limpio como agua de mayo.
(Santa Perpetua (Barcelona) 14/11/06
Lejanía
Estoy lejos de ti, tierra mía,
me separan de ti un Oceano
y miles de kilómetros en avión,
pero en mi pecho mi corazón
late por ti
vive por tí
y mis manos
te buscan para acariciarte
y tu nombre brota de mis labios.
Añoro tus calles
tu gente humilde
a mi madre sublime
que espera y sabe
que un día volveré,
no importa cuándo
no importa cómo,
pero volveré.
Estoy lejos de ti, tierra mía
y sin embargo la lejanía
no es motivo para olvidarte.
Mas allá de la distacia
del espacio y del tiempo
te recuerdo, Cobija mía.
(Santa Perpetua (Barcelona) 24/7/08
Sentimiento cobijeño
Cobija
Lo que siento por ti,
Es algo inexplicable
Solo comparable
Al amor sublime de una madre.
Son imborrables en mis recuerdos
tus palmeras,
tus calles y casas humildes.
Cómo olvidar tu gente
(mi gente).
Cómo olvidar el sabor del mucunsá
del majadito y del masaco.
Cómo olvidar el pan de arroz
las humintas y los tamales
la chicha y el refresco de copoazú.
Cómo no recordar
tus tardes crepusculares
tus noches estrelladas
la compañía de los amigos
en la plaza
en el buri
en el Bahía o en el Acre.
Lo que siento por ti, tierra mía,
nada lo iguala.
Nada me hará olvidarte,
ni siquiera la distancia.
(Santa Perpetua (Barcelona) 24/7/08
Oda al Pan de arroz
Naces del esfuerzo de los brazos
que muelen arroz en el tacú.
De las manos que primero
te hacen masa y te mezclan con levadura,
que te envuelven en hojas de plátano luego
y una vez “maduro”
te espera el horno caliente
para dorarte;
y recién asado,
ser alimento
y esperanza económica
del que te hizo.
Pan de arroz, pan de arroz.
Cuántas veces fuiste mi alimento
y la esperanza de mi familia!.
¡Bendito pan de arroz!
(Santa Perpetua (Barcelona) 25/7/08
Hevea
Lloras látex
cuando la cuchilla te rasga
y te hace sangrar
para que la tichela
reciba tus lágrimas.
El humo que sale del buyón
te coagula y te convierte en bolacha.
Ayer fuiste gloria y riqueza
hoy eres apenas olvido y añoranza.
Ayer el siringuero
recorría las estradas
iluminado por la poronga
hoy deambula por las calles
sin trabajo y sin dinero
que le permitan
llevar el pan para sus vastagos.
Ayer sus espaldas
llevaban a cuesta un marico
lleno de tapeque, tabaco y charque,
hoy solo tiene abandono
y es ignorado por aquellos que un día
se sirvieron de su sacrificio.
Por eso, sigue produciendo látex,
sigue persistiendo en estar ahí
esperando que un día
tu estrada sea reabierta
por el machete del siringuero
que vuelve a rayarte
para que tus lágrimas blancas
vuelvan a llenar sus tichelas
mientras te espera el buyón
para convertirte en bolacha.
(Santa Perpetua (Barcelona) 25/7/08
Evocación
Te recuerdo, tierra mía
desde la distancia,
desde los regazos de la Madre Patria,
desde el pueblo
que me acoge en España.
Es verdad, partí de ti
dejando atrás tus selvas
tu gente, tus calles
mis amigos,
mis hermanas y mi madre,
porque me quedabas ya pequeña, tierra mía
y me vine al Mediterráneo
que sin embargo, se me hizo grande y ajeno.
Es verdad que me fui de ti
pero un día volveré
(no sé si como un conocido
o como un extraño),
a caminar por tus calles
a mojar mis pies en el Acre
(estos pies que ahora mojan
las olas del Mediterráneo)
a beber agua del arroyo Bahía
a respirar tu aire puro
y limpio como agua de mayo.
(Santa Perpetua (Barcelona) 14/11/06
Lejanía
Estoy lejos de ti, tierra mía,
me separan de ti un Oceano
y miles de kilómetros en avión,
pero en mi pecho mi corazón
late por ti
vive por tí
y mis manos
te buscan para acariciarte
y tu nombre brota de mis labios.
Añoro tus calles
tu gente humilde
a mi madre sublime
que espera y sabe
que un día volveré,
no importa cuándo
no importa cómo,
pero volveré.
Estoy lejos de ti, tierra mía
y sin embargo la lejanía
no es motivo para olvidarte.
Mas allá de la distacia
del espacio y del tiempo
te recuerdo, Cobija mía.
(Santa Perpetua (Barcelona) 24/7/08
Sentimiento cobijeño
Cobija
Lo que siento por ti,
Es algo inexplicable
Solo comparable
Al amor sublime de una madre.
Son imborrables en mis recuerdos
tus palmeras,
tus calles y casas humildes.
Cómo olvidar tu gente
(mi gente).
Cómo olvidar el sabor del mucunsá
del majadito y del masaco.
Cómo olvidar el pan de arroz
las humintas y los tamales
la chicha y el refresco de copoazú.
Cómo no recordar
tus tardes crepusculares
tus noches estrelladas
la compañía de los amigos
en la plaza
en el buri
en el Bahía o en el Acre.
Lo que siento por ti, tierra mía,
nada lo iguala.
Nada me hará olvidarte,
ni siquiera la distancia.
(Santa Perpetua (Barcelona) 24/7/08
Oda al Pan de arroz
Naces del esfuerzo de los brazos
que muelen arroz en el tacú.
De las manos que primero
te hacen masa y te mezclan con levadura,
que te envuelven en hojas de plátano luego
y una vez “maduro”
te espera el horno caliente
para dorarte;
y recién asado,
ser alimento
y esperanza económica
del que te hizo.
Pan de arroz, pan de arroz.
Cuántas veces fuiste mi alimento
y la esperanza de mi familia!.
¡Bendito pan de arroz!
(Santa Perpetua (Barcelona) 25/7/08
Hevea
Lloras látex
cuando la cuchilla te rasga
y te hace sangrar
para que la tichela
reciba tus lágrimas.
El humo que sale del buyón
te coagula y te convierte en bolacha.
Ayer fuiste gloria y riqueza
hoy eres apenas olvido y añoranza.
Ayer el siringuero
recorría las estradas
iluminado por la poronga
hoy deambula por las calles
sin trabajo y sin dinero
que le permitan
llevar el pan para sus vastagos.
Ayer sus espaldas
llevaban a cuesta un marico
lleno de tapeque, tabaco y charque,
hoy solo tiene abandono
y es ignorado por aquellos que un día
se sirvieron de su sacrificio.
Por eso, sigue produciendo látex,
sigue persistiendo en estar ahí
esperando que un día
tu estrada sea reabierta
por el machete del siringuero
que vuelve a rayarte
para que tus lágrimas blancas
vuelvan a llenar sus tichelas
mientras te espera el buyón
para convertirte en bolacha.
(Santa Perpetua (Barcelona) 25/7/08
Heliconia
Tricolor de mi tierra
Símbolo de mi patria
Flor de mi selva.
El mundo te conoce como heliconia
Yo te llamo como te conocemos:
¡Patujú!
Sólo el pico del tucan
Te hace competencia en belleza y color.
(Santa Perpetua (Barcelona) 24/7/08
Añoranzas
Recuerdo tus ríos que serpenteantes
recorren tu territorio hacia el Amazonas
por donde se fueron tus riquezas
hacia Europa en forma de bolachas
marcadas con letras de sangre
de los pueblos indígenas y de los siringueros
sometidos por la ambición del patrón.
(Santa Perpetua (Barcelona) 26/7/08
Oda al siringuero
Levanta la cabeza
manten la frente en alto
no te avergüences de tu pobreza
ni la de tus hermanos.
Abre los brazos, esos brazos fuertes
y agarra con tus callosas manos la luna
porque tú te lo mereces.
Tú, aquel que ayer fuiste orgullo
y hoy solo eres abandono y olvido.
Tú, señor de estradas y siringales
Amo de la selva y de los ríos.
Tú, hermano siringuero
compatriota siringuero
coge tu cuchilla y tus tichelas
y raya el árbol de siringa
llena el balde con su savia
y conviértela en bolacha
con el humo del buyón.
Tú, alma humilde y serena
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aúnque te vigila escondido, como el patrón)
Se como él,
lánzate sobre el que te explotó
y te dejó sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del huaso y el jochi
como del patujú y el tucán.
Esta selva tan tuya como mía
Como de todos.
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron los del poder
los del tabaco y del alcohol.
Enfréntate con el mismo coraje
con que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate puño en alto
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder.
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los tuyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Hermano siringuero
tuya es la historia mas sublime y olvidada
tuya es la gloria del 11 de octubre de 1902
tuya es la flecha que sobrevoló el universo
para que esta tierra nuestra
no pase a manos de extraños y filibusteros.
Tuyo es el acto heroico que aún los libros
de Historia se niegan a ennoblecer.
(Santa Perpetua (Barcelona) 28/7/08
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