ODA
AL SIRINGUERO
(Eloy
Añez Marañón)
La ofrenda (entre mitos y realidades) óleo sobre tela-1998 (Eloy Añez Marañon) |
I
Levanta la cabeza
mantén la frente en alto
no te avergüences de tu pobreza
ni la de tus hermanos.
Abre los brazos, esos brazos fuertes!
porque te lo mereces.
Tú, que ayer fuiste orgullo
y hoy solo eres abandono y olvido.
Tú, señor de estradas y siringales
Amo de la selva y de los ríos.
Tú, hermano siringuero
compatriota siringuero
coge tu cuchilla,
Coge tus tichelas
y raya el árbol de siringa
llena el balde de savia
y conviértela en bolachas
con el humo del buyón.
Tú, alma humilde y serena
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aunque te vigila escondido, como el patrón).
Se como él,
lánzate sobre los que te explotaron
y te dejaron sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del huaso y el jochi
como del patujú y el tucán.
Esta selva tan tuya como mía
Como de todos!
y raya el árbol de siringa
llena el balde de savia
y conviértela en bolachas
con el humo del buyón.
Tú, alma humilde y serena
vuelve a caminar por las sendas del siringal
iluminado por la poronga del amanecer.
Raya, raya el árbol noche y día
que la selva es tu hogar
que el tigre es tu compañía
(aunque te vigila escondido, como el patrón).
Se como él,
lánzate sobre los que te explotaron
y te dejaron sin tierra
en esta selva tan tuya
como de la sicurí
como del huaso y el jochi
como del patujú y el tucán.
Esta selva tan tuya como mía
Como de todos!
Hermano siringuero
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron ayer
los del poder, tabaco y del alcohol.
Enfréntate a ellos con el mismo coraje
con la que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate puño en alto
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder;
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los suyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Desciende de la cruz de la ignominia
a la que te sometieron ayer
los del poder, tabaco y del alcohol.
Enfréntate a ellos con el mismo coraje
con la que te enfrentas a la malaria,
Señor de las estradas y de las tichelas.
Enfréntate puño en alto
a todo aquel que te olvida
una vez que le das el poder;
al que permite que tu vida
valga menos que una Coca Cola.
Coge tu marico y llénalo de esperanzas
porque tú volverás a ser persona
y no esa sombra que busca en la ciudad
trabajo y pan para los suyos.
Tú dejarás de ser objeto de feria y de mitin
cada vez que hay elecciones
y cuando necesitan de tu voto.
Levanta
el machete que te ennoblece
Y
corta de raíz la pobreza
a
la que te someten desde tiempos pretéritos
cuando
los árboles lloraban látex
y
se erguían cual majestuosos titánes,
guardianes
de la selva
Pide,
no, mejor exige!...
caminos,
hospitales y escuelas
para
que los que heredaran tu sacrificio
puedan
ser más sanos, mejor alimentados
y
sobre todo, más libres.
Soy
como tú, hijo de la simiente de Bolívar
y
del suelo que defendió Bruno Racua
el
indígena valiente y siringuero
que
guía mis pasos con sus flechas incendiarias.
II
Me
sentaré bajo un enorme árbol maderero
A
reflexionar que hice por ti,
hermano siringuero.
hermano siringuero.
Nada!
Ese es el balance…
Tú
sigues tan pobre
Tan
olvidado
Tan
ajeno a la tierra que te pertenece
Desde
los comienzos del mundo
Pero
ningún papel te garantiza la tierra potestad
Ni
del siringo, del castaño, del cedro o la mara,
Del
taitetú, de la sicurí, del manechi,
De
la paraba, del caimán
Ni
de los ríos que surcan esta tierra
Ni
siquiera aferrándote al lema
“La
tierra es de quien la trabaja”
Porque
el patrón y los gobiernos
Así
lo decidieron contra ti.
…Pero,
te queda algo
Que
no se compra ni se vende
Y
que nadie podrá quitarte:
Tu
dignidad!
III
Eres gallardo como el árbol de siringa
Majestuoso como el castaño
Sublimes
son tus pasos
Por
las estradas del siringal y de la vida.
Eres
fuerte como el tigre
Que
vigila tus pasos
Como
el patrón al acecho.
Ni
los mosquitos, ni la malaria
Detienen
tu caminar firme
Hacia
la historia
Que
te ennoblece cada 11 de octubre
Pero
que el pasado te negó.
IV
Eres
paisaje, río, sicurí, látex,
Eres
indio Pacahuara, Machineri,
Yaminagua, Araona
Yaminagua, Araona
Bruno
Racua…
Eres
Siringuero!
Por eso me inclino ante ti
Hombre
de siringa!
Señor
de las bolachas
De
la cuchilla y las tichelas
Señor
de los siringales
De
mi tierra!
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