viernes, 30 de marzo de 2018

Mis poemas

        Sentimiento cobijeño

                                        (Eloy Añez Marañón)


Cobija
Lo que siento por ti,
Es algo inexplicable
Solo comparable
Al amor sublime de una madre.

Son imborrables en mis recuerdos
tus palmeras,
tus calles y casas humildes.
Cómo olvidar tu gente
(mi gente).
Cómo olvidar el sabor del mucunsá
del majadito y del masaco.
Cómo olvidar el pan de arroz
las humintas y los tamales
la chicha y el refresco de copoazú.

Cómo no recordar
tus tardes crepusculares
tus noches estrelladas
la compañía de los amigos
en la plaza
en el buri
en el Bahía o en el Acre.

Lo que siento por ti, tierra mía,
nada lo iguala.
Nada me hará olvidarte,
ni siquiera la distancia.

(Santa Perpetua de Mogoda 24/7/08)

miércoles, 21 de marzo de 2018

Pueblos Originarios Amazónicos


Leyenda Yaminahua
(Eloy Añez Marañón)
Los Yaminahua es un grupo indígena originario amazónico que viven en la zona fronteriza entre Bolivia y Brasil (Pando y Acre).

Una leyenda explica  cómo es que este pueblo se dividió en dos, es decir, yaminahuas bolivianos y yaminahuas brasileños actuales.
Sicurí (anaconda) Foto: Internet

Cuenta la leyenda que ellos eran un pueblo unido, una sola familia, que vivían felices, celebraban sus fiestas a sus dioses. Una noche, cuando todos estaban durmiendo después de una celebración, fueron despertados por un estruendoso ruido y despavoridos corrían de un lado para otro al ver a una serpiente gigante llamada Sicuri (anaconda) que cruzaba arrastrándose y dejando tras de sí una profunda huella, que se llenaba de agua y formaba un río, el Aquiry (Acre como se lo conoce actualmente) y  que separaba a los habitantes de la tribu, desde entonces quedaron divididos en dos pueblos, en diferentes países.

(Nota: esta historia la escuché allá por los años 90s, no recuerdo quien lo contaba ni en que contexto)
El río Acre  en su paso por las ciudades fronterizas de Cobija (Bolivia) y Brasilèia (Brasil)
Foto: Internet


Es un pueblo evidentemente pagano y politeísta. La víbora sicuri, serpiente de agua muy común en su hábitat, fue la divinidad principal de sus antepasados, por lo que hasta hoy en día los Yaminahua no matan ese animal, salvo si hay peligro de muerte para personas, caso en el que antes de sacrificar al ofidio, hacen todo lo posible por alejarlo sin lastimarlo.
                                    (Wigberto Rivero, antropólgo boliviano)