sábado, 28 de abril de 2018

Mis poemas


                   El tamal
                                                     Eloy Añez Marañón
Foto: Usuario Facebook
Te miro…
te deseo…
poco a poco te voy desamarrando
la cintura coqueta
con que te presentas ante  mis ojos
y te desnudo
y tu cuerpo apetitoso
se me ofrece
y yo, hambriento
te disfruto acompañado de un café
(Como siempre me gustó comerte…)

Tamal apetitoso,
Cómo te recuerdo!

miércoles, 18 de abril de 2018

Mis obras en Exposiciones en Barcelona y Sabadell

Participo en dos exposiciones colectivas
de primavera en  Sabadell y Barcelona

En este mes de abril de 2018, estoy participando en dos exposiciones colectivas en las que participo con mis obras Hevea, Mamapoma y Retrato de Rosa María del Siringal.
Hevea (Acrílico sobre tela 2012) 45x61 cm
Mamapona (Mujer) Acrílico sobre tela 46x65 cm 2016
Retrato de Rosa María del siringal (Óleo sobre tela-2010) 62x78 cm
GALERIA ACOLORIS

En la galería Acoloris, de Sabadell (Barcelona), participo con colegas artistas del colectivo Arte sin Frontera ASF, en la exposición comisionada por Magnolito Priego y Anna Amat.


La pintora  española Manoli Tapias junto a mi obra Hevea


CC MONTJUIC
En la galería Centre Cultural Montjuic (Barcelona), participo en una colectiva comisionada por la artista italiana Catia Massa, 



Los artistas participantes en la exposición











Fotos: Eloy Añez Marañón
           Valery Kunov

lunes, 2 de abril de 2018

Mito amazonico



El mito del patujú

(Eloy Añez Marañón)
El Mito del Patujú (Acrílico sobre tela-2015) Eloy Añez Marañón

En la época de la extracción del caucho, en la amazonia boliviana existía la creencia de que una mujer embarazada no debía mirar ni tener en sus manos la flor de patujú (Heliconia rostrata), porque sinó el bebé que esperaba, nacería mujer.
Una creencia demasiada machista, que se explica en el contexto social y económico de la época, en la preferencia de hijos varones para la continuidad del trabajo de extracción del caucho, siendo el papel de las mujeres los labores de casa, lavado de ropa, etc.
De ahí que las mujeres evitaban toparse con esta flor, que al tener los colores de la bandera boliviana (rojo, amarillo y verde) en la actualidad es una Flor Nacional de Bolivia.
Esto me lo contó mi padre Fernando Añez Egüez en una ocasión de su visita a la ciudad de Cobija, desde la comunidad donde era profesor rural.  Seguramente lo escuchó entre los habitantes de la barraca Filadelfia, donde profesaba la docencia.

Heliconia rostrata es una especie herbácea perenne de la familia Heliconiaceae, que habita en selvas tropicales de  Belice, Guatemala, Costa Rica, Honduras, Panamá, Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Paraguay, Argentina y Bolivia. En este último país es, junto a la cantuta,  una de sus dos flores nacionales. (Fuente: Wikipedia)