viernes, 7 de noviembre de 2025

DESCRIPCIÓN DE MI OBRA

 

                           KAA IYA (LOS DUEÑOS DEL MONTE)



Kaa IyaLos dueños del monte en lengua guaraní de los Chiriguanos (Ava Guaraní) de Bolivia. El idioma que, en la tradición misionera y etnográfica, se llama chiriguano, es una lengua de la familia lingüística tupí-guaraní que se habla en el Oriente boliviano (Departamentos de Santa Cruz, en la región geográfica del Chaco boliviano, Departamentos de Chuquisaca y Tarija) y en el Norte argentino (Provincias de Salta y Jujuy)

En la cosmovisión de este pueblo de Bolivia, el monte es el mundo de los muertos, pero también de los vivos, donde se encuentran estos seres ancestrales que llaman Kaa Iya que dependen del ser superior llamado Tumpa (Dios).

En las cosmologías amazónicas, el mundo de la naturaleza tiene características sociales y culturales similares al mundo de los humanos: los animales y los espíritus del bosque viven en malocas, siembran, forjan alianzas y tienen sus líderes. Los chamanes asumen la tarea de establecer la conexión entre los humanos y los dueños de la naturaleza, espíritus poderosos con quienes definen las normas de relación entre la sociedad y su entorno. Para la comunicación con los espíritus, los chamanes utilizan ritualmente plantas sagradas como la coca, el tabaco y el yagé (ayahuasca) que inducen estados de concentración y alucinación.Los chamanes deben negociar con los dueños de la naturaleza el permiso para establecer una maloca y una chacra, negociación que recibe el nombre de ‘curación del territorio’. En estos pactos se definen las especies animales y vegetales que pueden ser explotadas y se prohíbe la intervención de ciertas áreas de la selva. Los castigos por incumplir los acuerdos incluyen, entre otros, los conflictos sociales, la escasez de alimentos, las enfermedades y la muerte.

En el cuadro, las figuras femeninas centrales muestran la pintura facial de una mujer del pueblo Asháninka (centro) y otra, de la etnia Matsé (ambas del Perú), que tiene el grafismo de pertenencia al clan del jaguar, uno de los clanes del pueblo Ticuna donde a este clan se le considera el defensor de la comunidad.

Los Asháninka (“Mi gente”) es el mas importante pueblo indígena de la amazonía peruana y que han sido llamados en épocas anteriores como antis. Son conocidos como kampas en Brasil y se encuentran distribuidos en pequeñas localidades a lo largo de los ríos Breu, Amônia y Arara, afluentes de los ríos Envira y Yurúa, en el Estado de Acre. 

A los Matsé se les denominó la “gente del jaguar” por sus adornos hechos con las venas de la hoja de palma que las mujeres insertan como piercings en las aletas de la nariz como si fuesen bigotes felinos. Ellos se autodenominan “Mushabo” (‘los tatuados’) debido a los tatuajes faciales que son un elemento distintivo de su cultura.

A continuación algunos de los principales elementos de Kaa Iya:

Triada mitológica

Tres animales comparten la parte superior de la cadena alimenticia en la amazonía: el jaguar gobierna el suelo del bosque, la anaconda reina en los pantanos, ríos y lagos, y el águila harpía domina el dosel de la selva. Estos grandes depredadores y la ave rapaz, tienen gran presencia en los mitos de creación, en los rituales de iniciación chamánica, en los de nominación, del paso a la adultez, así como en leyendas de los pueblos ancestrales que habitan el territorio amazónico de Abya Yala.


Las serpientes anacondas que pueblan el imaginario indígena amazónico son también llamadas sucuris, serpientes del género Eunectes, de la familia Boinae, con cuatro especies existentes, siendo E. murinus la especie mas común en la Amazonía.

Mitos sobre la creación del mundo por una anaconda (la Anaconda ancestral) son comunes entre los indios amazónicos. La historia que cuentan es sobre una anaconda que se movía a través de los meandros del gran río, poblando las aldeas en sus márgenes, dando origen al mito conocido como serpiente-canoa.


El jaguar es uno de los animales más importantes e influyentes en la mitología de los pueblos amazónicos. Es un dios de la selva y las pampas, que ostenta estirpe e historia; “los jaguares son sabios, y entienden todas las lenguas. Solamente algunos chamanes saben sus nombres secretos y el guerrero que logra matar a uno de ellos posee su espíritu y se llena de la fuerza y la valentía del felino”, según las creencias de los chiriguanos de Bolivia. En algunos pueblos se cuenta de hombres que se convierten en jaguares y salen a cazar animales.


La águila harpía (Harpya arpigia) es un ave simbólica en la cosmovisión amazónica. Un chamán negocia con los dioses tutelares o “dueños” del mundo animal las acciones de caza, transformándose en águila harpía. Ella puede completar su conocimiento ancestral y hasta iniciarlo en la capacidad de volar por eso en algunas culturas amazónicas, el águila harpía representa el espíritu del aire. En el alter ego de los chamanes esta ave rapaz es el cielo, al igual que el jaguar encarna a la tierra y la anaconda al agua. Los Piaroa o Wó’tujá (Venezuela) consideran a su dios creador Wajari, como el padre del águila harpía, mientras que para los Kamayurá (Brasil) el harpía es el jefe de las aves y que junto al mítico buitre de dos cabezas, “dueño del cielo”, devoran el alma de un fallecido antes que éste alcance la estación definitiva, o sea “la aldea de los muertos” después de pasar varias pruebas.

Entre los Waorani (Perú y Ecuador) el águila harpía, que llaman “kenguiwe”, es su símbolo emblemático. Es venerada y admirada por su gran habilidad como cazadora, por su fuerza, velocidad y astucia para la cacería. Ellos usan en sus ornamentos las plumas de la rapaz, para protegerse.

La etnia de los Kaxuyana (Brasil), afirman que la harpía “posee la sabiduría de todos los espíritus”, y que “es el más poderoso de los espíritus del más allá”.

Las Máscaras y sus usos en los rituales

Las máscaras son representaciones de potencia y equilibrio entre el hombre y la naturaleza, intermedian entre el mundo de los dioses y los hombres. Son el enlace con los antepasados y los mitos del grupo; en el contexto ritual son un ente creador de orden en contraposición al caos. En el caso de los pueblos indígenas de la amazonía, el ritual implica la preparación y el consumo de la bebida de ayahuasca (yagé), seguido de horas de experiencias espirituales guiadas que ayudan a los participantes a comprenderse mejor a sí mismos e integrarse en la comunidad y la sociedad que los rodea.

Las máscaras indígenas tienen un simbolismo sobrenatural. Están hechas de corteza de árbol u otros materiales como paja y calabazas, y pueden estar decoradas con plumas. Se utilizan típicamente en ritos ceremoniales. Un ejemplo es la tribu Karajá, que utiliza máscaras en la danza Aruanã para representar a los héroes que mantienen el orden mundial.

El pueblo indígena Kurâ-Bakairí (Mato Grosso, Brasil) tiene 23 máscaras rituales (llamadas Kwamby y Yakuigady) cada una de las cuales representa el espíritu guardián de una especie de peces, animales acuáticos y aves ribereñas. Las mascaras Kwamby son ovales y representan a líderes y chamanes, mientras que las Yakuigady son rectangulares, talladas en madera y representan a espíritus protectores relativos al mundo acuático.

Uno de los rituales mas importantes en varias etnias es el de la pubertad femenina. La mas conocida es la “fiesta de la pelazón” o Worecütchiga, uno de los rituales de iniciación más expresivos de la etnia Tikuna. En este ritual, papel importante tienen los curacas (chamaness) quienes aparecen enmascarados, simbolizando seres y animales sobrenaturales. Para este pueblo, las imágenes de animales representados con máscaras se remontan a la época en que no había distinción entre ellos y los humanos, por lo que ejemplifican esta separación.

Asientos indígenas

El concepto del banco pensador dentro del universo indígena sudamericano está directamente relacionado con el acto de sentarse a reflexionar. En la Amazonia, estos bancos tienen un valor simbólico y ritual en la cultura indígena. Algunos son exclusivos para hombres, mujeres, jefes o chamanes, utilizados en rituales y ceremonias. Por ejemplo, los bancos de dos cabezas son utilizados por líderes locales para dirigirse a su comunidad el chimpui es un asiento especial reservado para líderes y guerreros de la cultura Awajún (Perú).

Los bancos están adornados con grafismos que son la marca distintiva de cada etnia. Estos diseños, trazados con pigmentos naturales, representan mitos, la cosmogonía de las culturas y animales de manera estilizada. Esos mismos grafismos se encuentran en la pintura corporal utilizada en rituales y en otros objetos de uso cotidiano o sagrado.

En lo ancestral, los bancos tenían una función sagrada y un papel importante en los rituales como vehículos de transformación y transporte a otros estados de la mente y el alma. Además de geométricos, la mayoría son zoomorfos, como los xepí bancos tradicionales de los Mehinaku (Brasil), que adoptan la forma de animales como jaguares, monos y caimanes que conlleva su propio simbolismo. Los pájaros, por ejemplo, lleva al mundo sobrenatural y el jaguar hace referencia a la fuerza.

Para los Tukano (Brasil-Colombia), el banco (duhiróestá vinculado directamente con la creación del hombre: “La Abuela del Universo, sentada en su banco de cuarzo, creó la tierra y el agua, a los hombres y a los animales”.

En las ceremonias, los bancos sirven para diferenciar a los individuos que integran la comunidad. Los Suyá (Brasil) no permiten que esposa o hijos se sienten en el banco del padre; los Kaiabi (Brasil) solo permiten su uso a chamanes o líderes; mientras los Wayana (Brasil, Surinam y Guyana Francesa) fabrican bancos considerablemente más bajos para las mujeres que para los hombres. El kutag, asiento que originalmente era un banco femenino, hoy lo usan tanto hombres como mujeres en la cultura Awajún.

Entre los Ye`kuana y Piaroa (Venezuela) los bancos tienen un uso chamánico, con diversos niveles de significación como lo es su relación con los espíritus auxiliares, el ser “ejes cósmicos” que comunican con los diversos planos del universo. Creen que a través del banco zoomorfo se establece una red de relaciones dadas entre el sueño, la imaginación creadora y la realidad, por ejemplo, el banco en forma de tigre tiene una acción de creación de vida, así su mitológico dios creador Wanadi creó a su mujer llamada Wanadi Hiñamohüdü, soñando con las ranas pintadas.



Grafismo amazónicos

En el grafismo amazónico sobresalen la anaconda, el jaguar y la tortuga tres animales que son los mas representados también en la pintura corporal de los pueblos Yekuena, Wauja, Yawalapiti, Mehinaku, Tacana, Shipibo-Konibo, Tukano, Huni Kuin y otros.

Según el pueblo Shipibo- Konibo (Perú), la gran serpiente o anaconda Ronin es la madre de sus diseños tradicionales, el Kené. Para los Kashinawá o Huni Kuin (Brasil, Perú), fue el espíritu de la serpiente sagrada Yube quien enseñó el arte del grafismo a las mujeres, quienes usan en su pintura facial el diseño de la yube aîbu keneya (pintura de la serpiente femenina).

Los Wajapi tienen una remota tradición que consiste en utilizar tintes vegetales para adornar sus cuerpos y otros objetos con motivos geométricos. Los motivos de este arte gráfico único, llamado kusiwa, se realizan con tintes vegetales rojos que se extraen de una planta del Amazonas, la bija, mezclada con resinas odoríficas. Los motivos más recurrentes suelen ser el jaguar, la anaconda, la mariposa y el pez. Los dibujos kusiwas evocan la creación de la humanidad y cobran vida a través de los numerosos mitos en torno a la aparición del hombre.

Algunos nombres de los principales diseños o patrones del grafismo indígena son: Kené (Shipibo-Konibo), Hori (Tikuna), Tayngava (Asurini), Kusiwa (Wajapi), Milikut (Wayana), Menuro (Aparai), Yakatai (Shuar) entre otros.



Muñecas Ritxoko Karajá

Las ritxòkò son tradicionales muñecas de barro zoomorfas o antropomórficas, que en la lengua carajá se denominan ritxòò (para los hombres) o ritxoko (para las mujeres).

Más que objetos meramente lúdicos y de socialización de niñas y niños, son un elemento cultural característico de aquel pueblo indígena, considerado una representación con profundos significados sociales, desde motivos mitológicos, rituales, a la vida cotidiana y fauna. Su proceso de confección por las mujeres karaja involucra el uso de tres materias primas básicas: arcilla o barro suù (materia prima principal), la ceniza y el agua para humedecer la mezcla procedente de la arcilla y la ceniza.

Las muñecas karajá han sido declaradas Patrimonio Inmaterial de la Cultura Brasileña por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil.

La yucaLos mitos de origen revelan procesos significativos sobre la adquisición de las prácticas sociales, así como conocimientos relacionados con el territorio, las formas de vida y los sembríos. Uno de los mitos más representativos para el pueblo Matsigenka de la amazonia peruana, es el cultivo de yuca. El mito de Kashiri o luna, cuenta que antiguamente ellos desconocían la yuca y se alimentaban de arcilla roja. Sin embargo, la luna se enamoró de una joven Matsigenka, regalándole la yuca y enseñándole a sembrarla para complacer a su familia.

Los Piaroa (Venezuela) tienen entre sus mitos la creación del casarabe de yuca (nâhó tortilla o "pan de la selva" para los Piratapuyo), donde la yuca surge de la relación amorosa e incestuosa del brujo Kwoimoi bajo los efectos del yopo, con su hija Kwawañamu esposa del dios Wajari y nace Kwawawaruna, el hijo-serpiente, quien a su vez al mantener relaciones sexuales con la otra serpiente llamada Kwawawaraju (hija de Buoka, hermano del dios Wajari), en las entrañas de la tierra y de cuya unión salió el tallo de la yuca.

El mito de los Ava guaraní de Bolivia más generalizado es el referente al ser supremo Cáco benebolo, a quien se le atribuye la creación, al igual que la manutención y el equilibrio con la naturaleza. Contrapuesto a él estaba Ashima, una mujer malvada, asocial y egoísta, dueña de la yuca, el maíz y el fuego, elementos que no quiso compartir con los demás.        (Fuentes: Internet, IA, Instagram, Youtube, Facebook, Wikipedia.)

FOTOS

2024

                                      Inicio de Kaa Iya (21 junio 2024)








2025

                                         20 junio de 2025













                                                      6 Noviembre 2025

Título: “Kaa Iya” (Los dueños del monte)

Técnica: Acrílico sobre tela

Medidas: 116x82 cm.

Año: 2024-2025

Autor: Eloy Añez Marañón

Santa Perpetua de Mogoda

BARCELONA España



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